Puedo oir las melodias que salen de ese piano... tan suaves, tan calidas, llenas de sentimientos...
Puedo ver sus delicadas manos, esos movimientos perfeccionados, esos delicados dedos de madre, de abuela, de profesora...
Te tuve en mi infancia, me ayudaste a creer en lo que me gusta y a luchar por ello, ¿en donde estas ahora?
Señora que cuida, señora que enseña que la musica, es una parte mas de nosotros y que debemos cuidar ese don... hoy quiero
darte las gracias por haberme enseñado un monton de cosas y por mostrarme que la musica llena mi alma, mas de lo que jamas me hubiera imaginado.
Ese piano, sigue sonando, y lo seguira haciendo mientras yo te recuerde...