Tu recuerdo volvió cuando las olas
borraban las palabras de los enamorados.

Era enero,
precisamente ese mes que años atrás me vio nacer
una madrugada de frío y nieve.
En el susurro del mar
creí reconocer parte de mi identidad.
Camaleónica identidad. Mis sueños

siguen jugando al escondite bajo mis pies.
Tú me invitas a volver,
pero a mí me persiguen
todos los cristales que aún tengo que romper.
Te seguiré pensando.