¿Sabes lector que eres tú el motivo de todo esto? Si en realidad, tú y yo al leer esto vamos charlando, aún ahora que parece que ya lo he dicho todo, y eso no es menos que cierto.

Tal vez lo que estas leyendo un buen o mal día te ha de pasar o ya tiempo hace que sucedió en tu vida, pero la diferencia es que aquí tienes un espejo donde puedes mirar tu reflejo si así lo deseas, y no tienes porqué identificarte en especial con mi persona.

Se dice que todas las historias de amor son iguales, porque terminan e inician en lo mismo, siempre uno da más que el otro, e irremediablemente termina igual, por ello puedes identificarte con una de las historias o hacerla tuya si así lo deseas.

Me ha pasado, como seguramente a ti también, que al contar o releer algunas líneas me doy tarde cuenta de lo subjetivo que es todo.

Pero esa es una hermosa característica de todo esto, y es en esencia lo que después de todo, lo hace interesante, no importa cuanto tratemos de evitarlo, a alguien le quedarán nuestros zapatos al de nuevo descalzarnos.

Ahora que tenemos la ocasión de estar involuntariamente charlando tal vez, deja que aproveche este tiempo tuyo del que dispongo una vez que te has decidido a verter tu tiempo frente a la lectura.

Esto no encierra demasiada sabiduría ni conocimiento acumulado, refleja un poco al menos de todo cuanto el amor y otros sentimientos alternos nos pueden hacer sentir o pensar, llegado su momento.

Las aguas del tiempo apagan lo que el fuego escribió, por eso te escribo en contra del olvido, te cuento un tanto de lo que mi mente conserva y el tiempo no se ha llevado todavía, tal vez mañana piense diferente.

Tal vez me olvide de mis sueños, y con ellos de lo que por alguien sentía, sueños que me pertenecieron y se fueron un día sin saber que eran míos, al ponerlos en la boca de alguien más, dejemos eso para los necios, que este es nuestro tiempo y modo de juntos recordar.

Te digo ciertamente ahora, que tenemos que arriesgarnos, dejar que ocurra lo inesperado dándonos la oportunidad, quizá no pase nada pero quien sabe, ¿que pudo haber pasado de haber sido de otro modo?

Suframos las consecuencias de nuestro arrojo, que si todo sale como no lo esperábamos y aún lo controlamos, nada habremos perdido sin cometer ningún error, cambiemos nuestra historia, que las líneas de la mano podemos borrarlas o hacerlas más visibles e importantes si perseguimos un sueño intentando tocar un rayo.

Una cosa es ser atrevido y otra muy distinta es ser temerario, y entenderlo es valorar los instantes mágicos que nuestra vida tiene todavía, no te olvides de podría, esa palabra que se convierte en una tuerca.

Necia y testaruda tuerca, la cual cambia el rumbo del engranaje de nuestras vidas, maquinarias poderosas que se salen de nuestras manos y todas las cosas que pudieron ser terminaron no sucediendo.

Casi siempre se supone que somos lo que somos y terminamos siendo lo que no queremos ser, esperamos y nos desilusionan porque no fueron lo que suponíamos que fueran los demás, pero nosotros tampoco pusimos de nuestra parte para aceptarlos como eran, así es la vida.

La vida que es un sueño, porque nos da la vida y tenemos la oportunidad como nunca de prolongar la duración de ese sueño, si tenemos el coraje y el valor de aceptar pagar el precio de la consecuencia, la vida misma.

Se está haciendo tarde y si amar fuera fácil, todos seríamos de los amorosos referidos, y si la vida fuera fácil seríamos de los locos olvidados en la multitud del nosocomio; si lo deseas sigamos charlando, quizá en otro momento, con otro escrithot.