***EN UN MUNDO DESCONOCIDO***

Estoy apunto de llegar a un mundo completamente distinto del normal
Estoy en él último piso de un edificio, al borde de la muerte, contemplando a la gente que camina a mis pies, ¡mirando a la gente como pasa feliz¡
Aquí estoy apunto de caer a un precipicio sin salida, caer y quedar totalmente desaparecida, caer y en ese minuto, cuando el viento llegue a mi cara, caerá una lágrima de mis ojos, porque ya no podré volver atrás, porque estaré completamente en otro mundo preguntándome; ¿Por que me maté?

Cuando estaba apunto de caer; llegó mi chico:
me abrazó y se puso a llorar; caían y caían lágrimas por su cara rozando sus labios.
En ese minuto no me dijo nada, solamente me tomó y me corrió del borde de la muerte.
Mi expresión fue: abrasarlo y llorar, porque me di cuenta de que alguien verdaderamente me quería, de que podía confiar en alguien que era él, la persona más cercana a mis sentimientos, la que me conocía más y la que me amaba más.
Ya no había lágrimas para seguir llorando, ya nos habíamos secado por dentro.
----Me dijo: por favor nunca me dejes, porque si tú mueres no lo podría soportar, te seguiría hasta la muerte para nunca separarme de ti
----No le dije nada, no pude mirarlo a los ojos y ver cómo sufría por mí.


Al otro día----

Estaba con Domingo, en un pequeño parque de París…
Era una fiesta, estaba lleno de gente…Habían malabaristas por todos lados.
Estaba observando a los malabaristas como hacían sus admirables trucos, y de repente llegó un desconocido y me ofreció droga, y yo como tanto me llamó la atención decidí decir que sí.
Me paré y lo acompañé.
El desconocido era alto, con aspecto de alta clase social, con estilo y por lo que se veía era una persona a la que no le importa la demás gente, es tan libre.
Caminamos hacia una esquina, nos miramos y sin preguntas me pasó la droga, me reí y fumé.
Mi mente se borró en parte, tengo imágenes, pero no logro formar nada. Tengo una imagen completamente marcada. Estábamos en un bar, estoy con Domingo y el desconocido, formábamos un trío. Fue totalmente distinto, raro, pero entretenido.

Me despierto y estoy sola en un lugar que no es el mío.
Llamé a Domingo para que me rescatara de ese lugar.
Después de varias horas esperando llegó, y lo besé. Ahí me di cuanta de que es el amor de mi vida, aunque me llamó mucho la atención el extraño hombre, el desconocido.



----Es de noche, y fuimos a carretear a un pub, llamado “Le parle”
Entramos. Nos tomamos unos buenos tragos con un buen par de cigarrillos.
Nos pusimos a bailar en un cubo gigante, cuando miro hacia abajo y veo al misterioso desconocido, paré de bailar para observar sus movimientos con una bola de cristal que brillaba en la oscuridad, la cual sostenía en sus pequeñas manos.
Se dio cuenta de que lo estaba observando, y corrió a saludarme.
Cuando me abrazó pasó a llevar su mano con mis labios, en ese segundo, mi corazón comenzó a latir cada ves más rápido, comenzaron a transpirar mis manos.
Se dio cuenta y me dijo: no te pongas tan nerviosa, que yo no muerdo, y apenas me conoces, y yo ahí le dije: por eso que me pongo nerviosa, me llama tu misterio. Reí y comenzamos a bailar


Ya eran las 6:00 de la mañana, y ay era hora de irnos, salimos del pub y comenzamos a caminar por una gran avenida.
Estábamos caminando, fumando un par de cigarros, cuando Domingo me dijo: Tú, pequeña niña de 22 años, llamada Martina, ¿quieres repetir lo que ocurrió ayer? Miré a los dos y me reí y le dije que sí.
Nos fuimos a mi casa y comenzó toda la acción.
Nos quedamos dormidos, me desperté rodeada de dos hombres, los cuales, los dos me llaman la atención, las dos personas más cercanas a mis sentimientos y a mi realidad.

Me vestí mientras mis dos hombres dormían en la misma cama, en mi cama. Subí hasta el último piso, en ese minuto sabia que nadie me lo impediría.
Subí por el ascensor hasta el piso 16, eran las 10:00 de la mañana, ya la gente caminaba a mis pies.
De nuevo comencé a imaginar cómo caerá una lágrima de mis ojos cuando salté y llegue el viento helado contra mi cara.
Me puse en el borde del techo, preparada para saltar, y comencé a pensar que ese trío que se hizo por segunda vez era como una despedida, pero sin el adiós.
Me di cuanta de que en el minuto en que saltara me iba a alejar de las personas más cercanas a mí…
Recodé mi infancia, todos los momentos felices, me reí, pero con lágrimas, una de esas lágrimas cayó y se estrelló contra el pavimento que se encontraba a mis pies.

Elevé mis manos hacia el cielo y salté…
Cuando estaba el viento contra mi cara, cayó una lágrima que logró rozar mi labio.

Me demoré segundos en caer para estrellarme contra el suelo y desaparecer de este mundo.

A pesar de que no tenía complicaciones por la vida, me maté, porque me llamaba tanto la atención el mundo del más allá, igual que mi desconocido, lo conocí y me llamó la atención.

Antes de caer mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido, comenzaron a transpirar, igual que cuando las pequeñas manos del desconocido rozaron mis labios…

***FIN***

Autora: Carolina Concha Cheyre