Me refugio en ti, en el sabor que nace desde tu vientre en la marea de tu espectro etéreo, nazco, me elevo hacia la dicha que me envuelve íntegra, siento con la piel plasmando fuegos ante tu esperma ardiente que se diluye bajo la hierba como una piel cimbrante de estos sabores. Ana Cecilia.
Texto agregado el 11-08-2003, y leído por 405 visitantes. (8 votos)