La novia del cielo(para Maria Isabel, mi amiguita del alma).


Había una niña que decía que era novia del cielo, el porque nadie lo sabia. Solo sus amigos de infancia recuerdan que un día mientras corrían sobre el verde pasto tratando de fundirse en un abrazo con el azul del cielo, la niña se detuvo y en medio de una gran alegría exclamo: - ¡ Miren todos, miren todos, él cielo me ha sonreído!

Los demás niños buscaron afanosamente la sonrisa del cielo, por momentos la creían ver, pero luego se acordaban de las palabras que decían sus padres acerca de “creer ver cosas en las nubes” y agachaban lentamente la mirada tratando de encontrar en la tierra lo que no habían podido encontrar en ese inmenso mar que se alzaba sobre sus cabezas.

Entonces la niña se dio cuenta de algo maravilloso, que el cielo se traía algo especial con ella, que él cielo sólo le había sonreído a la niña de trencitas sostenidas por dos moñitos de color rosa, y desde ese día declaro que ella, la niña que solía ver caballitos de mar en las nubes, era la novia del cielo.

Y la niña creció y como toda niña que crece dejo de ser la novia de los árboles y de las demás criaturas encantadas que habitan solo en los lugares donde la imaginación de un niño es capaz de habitar.

Y ella, la niña que todavia se hace dos trencitas pero no sostenidas por moñitos de color rosa, sabe que aun continua siendo la novia del cielo cuando este le sonríe a través del arcoiris.