Hola amor…
Parece ser una carta…sì, una carta escrita con la tinta de los pensamientos y de los sentimientos… quién sabe si algún cartero te la llevará de alguna forma…
Estás manejando y yo sentada a tu lado, mirando tu perfil y acariciándote el pelo en la nuca, con los pensamentos que me llevan lejos…muy lejos pero siempre contigo a mi lado…
Cuántas veces podré aún encontrarme en esta situación, amor mío?
No se habló más de tu regreso a Argentina, no sé que te pasa por la cabeza - aunque lo que más me preocupa es lo que te pasa por el carazón -, lo qué sentís, si mis esfuerzos lograron algún efecto o fueron inútiles…
Cuando me dijiste de tu decisión me parecío haber entrado en un túnel oscuro, donde sólo se oía el eco de tus palabras, tu decisión resonaba por todos los lados… me faltaba el aire como cuando recibís un golpe re fuerte en la espalda y por unos segundos no podés respirar más y como nunca antes entendés la importancia del oxígeno… buscaba con desesperación un apoyo al cual aferrarme para no caer en el abísmo que se había abiero bajo mis pies…
Me explicaste tus razones – yo y nuestra relación entre ellas… Junto a eso me explicaste las otras razones, el trabajo que no te da mucho, la falta de amigos verdaderos y de tu familia, de tus lugares, de tu vida… me dijiste también que todo esto no tenía importancia si podías tenerme a tu lado y sentirte feliz conmigo, saber que yo te hubiera llevado de la mano por cualquier camino… pero ya que yo bajaba la cabeza frente a los demás, a las opiniones de la sociedad alrededor, ya que yo no mostraba tener las fuerzas para aliarme con vos y luchar para que todas las murallas podieran ser abatidas, no mostraba ser convencida de querer abrirme ese camino segura de que fuese posible porque te tenía a vos a mi lado… por todas esas razones habías decidido – y la verdad que nunca te sentí tan decidido – de regresar a Argentina… y estabas seguro de que un día yo habría entendido tu decisión y habría agradecido tu regreso… Ni una lágrima habías dejado salir de tus ojos…vos que nunca te habías avergonzado llorar frente a mí, que nunca habías escondido el sentido argentino del trágico tan tuyo… casi me espantó tanta seguirdad reflejada en tus ojos…
Pasó una semana de aquel día en el que me dijiiste tu decisión y no se habló más, hiciste como si nada hubiese pasado… y yo desesperada por mostrarte lo importante que sos para mí, lo imposible que se me hace imaginarme sin vos… yo intentando abatir cada una de esas murallas, sola, con mis manos, aferrándome a mis ideales, a la fuerza de mi corazón… Hoy no ha sido una tarde re imprtante, amor ? No sentiste lo mucho que significas en mis vida? No te diste cuenta de lo importante que ha sido lo que hicimos, juntos, de la mano, tú y yo, aliados ?
Decime que tus dudas se borraron, que vos tampoco podés pensar vivir lejos de mí, que todavía creés que podemos lograr todo lo que queremos, que esos abrazos nuestros tienen todavía esa magia y esa fuerza de hacernos olvidar del mundo que nos rodea, de los miedos, de las dificultades, que mi sonrisa es todavía el sol de tus días… Decime que te quedás, por favor…
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