Aún recuerdo tú piel clara, cierro los ojos y siento tu mano cálida recorriendo mi cuerpo.

Tus ojos marrón perdiéndose en el infinito.
Tus labios diciendo mentiras disfrazadas de verdad, ocultando tus sentimientos.

Anhelo volver a tenerte, sentir tus besos ardientes de pasión y ternura, ver tu cuerpo desfallecer después de la satisfacción plena.

Escuchar tu acelerado corazón y la respiración entre cortada que me dice a cada momento TE AMO.

Tu voz tranquila y apacible tratando de explicar el por què nunca funcionaria la relación.
MENTIRAS CON VERDAD.

Las mentiras de tus palabras al decir que no me amas.
Verdades que me dicen tus labios cuando me besas todas las noches antes de despedirnos.
Tú miedo de que me vaya y no regrese más. La forma en que tus ojos me observan cuando estoy con otro.
Las palabras engañan.

La lucha constante de tus pensamientos.
Me Amas no necesitas decirlo.
Cuando estas conmigo me perteneces, te entregas totalmente.
Tú cuerpo es un big-bang desbaratado luchando por no pronunciar esas palabras que tanto te hacen falta.
Cuando tu sudor corre locamente por tu frente.
Cuando cierras los ojos y caes rendido. Me miras y yo sonrio.
Acaricias mi cabello, mientras se consume el cigarro en el cenicero y el café se enfría en la mesa que nos espera.
En esos momentos de silencio total perdiéndonos cada uno en el cuerpo del otro, formando un solo cuerpo que baila acompasadamente con la música de nuestra respiración.
Justo ahí es cuando me doy cuenta ¿ Qué eres?
Y todas las palabras son mentiras que tratan de ocultar la verdad:
ME AMAS Y NO NECESITAS DECIRLO.