Miro a la primavera y a la ciudad.
Es tarde y los comercios han cerrado ya sus puertas,
para las gentes que les compran,
y para los míseros han sacado temprano la básura,
como dando tiempo a esas manitos,
para separar restos y papeles ,
buscando algún trozo de pan o andrajos
- no importa que -
cualquier tesoro es bueno para esos desprotejidos niños que ignorantes rien.
Nosotros lloramos su miseria.