Mapuche
Nacido de tierra gredosa, gruesa y cálida,
De agua limpia, perfumada de boldos
De bosques de mañíos, de copihues y Raulíes
Corazón de fuego, ojos de cielo
Manos de roble, rojo de esperanza
Curilonco, cabeza de noche.
Por tus venas de coligües corren fuegos
Sagrados que viertes en cien batallas,
Invencible surcas los vientos.
Trarilonco de gules, Testuz jamás abatida
Güenichen te protege
Altanero, ojos de noche
Tu poncho tejido de amor, en manos queridas
Tu cuerpo de bronce es abrazado
Y en noches de dolor y heridas
Consuela y alivia.
Llevas tus hijos, Güeñes queridos
Arrurú mi niño, de ojos de brasas
Sueña en la noche sueños de gloria
No hay huinca en tu mundo
Sólo juegos y peñis
El sol brilla de nuevo en la ruca
Será la primavera que regalan los dioses
Habrá fiesta y mudai
Catutos y miel
Mamá tendrá alimentos que dar.
Suena el cuerno
¡Arriba!
El toqui te llama
Cien batallas has peleado,
Cien batallas has ganado.
¿Cuantas más necesarias serán?
No habrá paz, no habrá sosiego
Huinca malo, huinca maula
Fuera serás echado.
Tu cabeza lucirá en mi lanza
No habrá reposo.
Mi tierra sagrada
De mis padres heredada, es mi reino
No habrá invasor, no habrá descanso
Tu pie hollando mi casa nunca mis hijos verán.
Antes mil veces muerto
Mi pueblo cansado la noche ya cae
Traición tuvo que ser
Que de frente no pudieron
El sueño vino y no desperté
Y en sueños te vi
¡Oh! Pueblo querido por invasores barbados devorado.
Llora mi pueblo, llora mi gente
La lluvia nos moja morimos sin pausa.
Acero y metralla, madera y pedernal
Quien iba a decirlo
¡Vencidos no más!
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