Letras... palabras...
no son más que manchas en papel,
en un intento vano de expresar
lo que mis labios no pueden.

No puedo pensar,
no puedo hablar.
Mis palabras se atoran en mi garganta.
Mis dedos se congelan,
incapaces de escribir.
Mi corazón late con fuerza,
tratando de salir de mi pecho
para abrazarte
del modo que mis brazos cobardes
no se atreven.

Te veo,
desde la impotencia de la distancia.
Mis piernas corren hacia ti,
aún sabiendo que no llegarán.

Te espero cada tarde,
tratando de armarme del valor
para decir lo que siento.
El valor mismo se acobarda,
se refugia en una esquina,
temiendo el dolor,
temiendo el despecho.
El temor me domina,
y espero que des el primer paso.

Temo a mis sentimientos.
Temo al amarte.
Temo al demencial baile del destino,
a la locura desatada
por el amor.
Temo amarte,
porque temo perderte.

Rodrigo Bolaños