A pocas horas de la muerte del Papa Juan Pablo II, la gente recuerda que existe la fe. Millones de personas están expectantes ante este hecho, claro, porque hasta la gente más pobre tiene una tele en su casucha y los incrédulos se preguntan, ¿qué hará ahora la iglesia?, ¿vendrá un Papa Negro?, ¿se acerca el fin?, pues...quien sabe. La Iglesia, día a día pierde credibilidad. Los curas se curan de sus saciedades carnales, imponen reglas que a ellos les convienen y hacen y deshacen a su antojo. Deseo creer en un Papa agónico a no creer en nada, dicen los caminantes.
Y claro, soy otra pecadora creyente, a la cual le afecta esto, al igual que el mundo actual. La gente ya no cree, no lee, no sueña. Nos regimos por un mundo totalmente globalizado y rutinario; día y noche pensar en ejercer para subsistir, dejarse llevar por las guerras y por unas personas que dícense formar un "Gobierno".....Acaso alguien sabe lo que significa eso?...En quién se puede creer sino que en tí mismo?
Miro por mi ventana, veo la cordillera. El día está nublado pero limpio y veo caer una hoja; me gustaría pisarla como en esos tiempo de niñez en que vivíamos en un mundo anexo en el cual éramos felices...sólo los niños y duendes saben a qué me refiero.
Aún mantengo esperanzas, aún deseo soñar, aún espero amar, no dejen que mate mis propios logros y sueños.
q.e.p.d Papa...
Y el mundo seguirá viviendo, hasta el fin de sus fines..si es que lo hay; las personas son las que debemos cambiar.
Amén. |