El día amaneció contento, el sol sonreía tiernamente asomándose en la punta del cerro, en las hojas se había quedado el sereno y corría en forma de gota por la misma hoja, los chapulines entusiasmados esperaban en lo alto de las hojas para recibir el sol. Todo era normal, hasta que notaron la presencia de un extraño en su valle, un chapulín con alas carcomidas y rotas, patas chuecas y con el cuerpo rojizo. Los comisionados de seguridad fueron avisarle al jefe. Este inmediatamente mandó a llamar a los chapulines de todo el valle para realizar una asamblea, mediante los topiles, para llevar el mensaje.

Mientras tomaban vuelo para acudir a la asamblea, iban platicando entre sí que era lo que había pasado. Algunos ya lo sabían y comentaron que a lo mejor algún mal había caído, otros mas decían que a lo mejor era obra del diablo.

Ya reunidos en asamblea el jefe tomó la palabra y procedió a comenzar la reunión, para lo cual pidió que los de seguridad informaran lo que había ocurrido hace unos instantes.

El de mayor rango, toma la palabra y dice: como algunos ya saben esta mañana apareció de repente este chapulín (señalando al extraño), lo que procedimos dar parte a la autoridad y conservar de esa manera la paz y la armonía en este valle. Como se podrán dar cuenta - prosiguió- es un extraño, no es de aquí, por lo que pedimos que la asamblea determine su destino. Ya que lo invitamos a que regresara al lugar de donde vino o que se fuera a otro lugar, cosa que no hizo y aquí lo tenemos. Es todo lo que tengo que informar - concluyó-.

Se oían voces recelosas que decían ¡hay que matarlo!, otros decían ¡hay que quemarlo!, otros decían, ¡que haga trabajo comunitario!.

El jefe toma la palabra y pide un poco de calma y agregó. No veo porque enjuiciarlo antes de que escuchemos lo que tiene que decir en su defensa. Entonces pidió que el extraño hablara. Y así lo hizo el extraño y dijo:

Chapulines de este valle, no estoy aquí porque haya querido, ni porque alguien de ustedes me haya invitado, estoy aquí por necesidad, porque vengo huyendo. Quiero decirles que antes, yo era como ustedes y vivía también en un valle como el de ustedes, de una manera tranquila, con mis hermanos chapulines íbamos donde queríamos, hasta que apareció el hombre; Desde entonces no hubo paz ni tranquilidad.

Como se podrán dar cuenta, ahora ya no soy igual que ustedes, he cambiado, mis patas son disparejas, mis alas han adelgazado y son quebradizas, ya no puedo volar como ustedes lo hacen, pero afortunadamente todavía vivo. Quiero decirles que soy el ultimo del valle. Luchamos para tratar de convencer a los hombres de que no utilizaran plaguicidas y demás productos químicos. Nuestros alimentos, ya no los podemos conseguir por ninguna parte, los que lo consumen se mueren, si no se mueren, se deforman, ¡¡véanme!!.

Todo lo que nos rodea tiene veneno. Tratamos de convencerlos cantando por la mañana, al medio día y por la tarde; pero no pudimos convencerlos. Había algunos hombres de buen corazón que trataron de salvarnos, pero los llamaron locos, los encarcelaron, algunos los mataron. Porque también para ellos ya no había alimentos y lo que comían, les dañaba.

Me da gusto que aquí donde ustedes viven, todavía no lleguen. También quiero pedirles que se organicen y luchen por la sobrevivencia de todos ustedes. No por mí, porque ya no tengo remedio, sino por ustedes. Su trabajo es de convencer a los niños, porque ellos son los que entienden y tienen bueno el corazón, para que cuando ellos sean grandes no los dañen a ustedes.

Me quedan pocos días, pero moriré contento de haber prevenido por lo menos a ustedes, y en algunos lugares que he pasado, si quieren ahorita mismo mátenme, al cabo ya no puedo volar, soy un inútil, ya no queda nada de lo que antes fui. Solo les pido a ustedes que se defiendan. Es todo lo que tengo que decir, Gracias. -concluyó-.

Dicho esto, empezó a caminar con paso lento rumbo a la salida, todos los grillos, chapulines y demás animales reunidos le abrían paso. El chapulín que antes dijera que lo mataran dijo "que se quede con nosotros" - alguien mas dijo, - "si que se quede y que nos diga como podemos hablar con los niños". Otro mas gritó ¡¡Viva el Chapulín Colorado!! y todos corearon : ¡¡VIVA!!.

El jefe dirigiéndose al chapulín, le dijo quédese con nosotros. El se dio la media vuelta y regresó. Entonces todos aplaudieron.