Mi vida está componiéndose
como un rompecabezas:
poco a poco todas las piezas
que dan pie a mi ser vestirse.
Alberto me ha creado
bajo mundos libertarios,
forjando mil sueños idearios
con un amor que le fue negado.
Cesáreo el placer me ha dado
de conocer: que la vida es alegría,
que ennoblece la sabiduría,
por aquí y allá andando.
Óscar Adán me ha demostrado
que: con humildad,
paciencia y seriedad,
no se debe estar peleado.
Dagoberto me ha sensibilizado
el gusto por la poesía,
pues en este mundo de fantasía,
no queda más que lo expresado.
Tomás me ha platicado:
que la sabiduría se cultiva,
y que con la mente creativa
se puede empezar cambiando.
Guillermo me ha: quitado
los complejos de ser humano,
de decir lo que esto mundano
en mi ha sembrado.
Enrique me ha enseñado:
el para qué complicarnos,
como la mar hay que darnos,
sin pensar en lo que sea hablado.
Estos son los que me han formado,
los maestros del camino,
son ellos los que a mi destino
ha vivir lo han enseñado.