He visto como llegan mujeres de otras vidas. Mujeres que pasan a mi lado doblando orillas de hombre. Zurciendo la esperanza de su vida. Tú no llegabas. ¿Te escondías? En mis sueños llegué a mirar que la inquietud te despertaba y en el cielo de tus ojos las nubes aceradas transitaban en sospechosa calma. Despertaba con un tal vez, y en la boca un resabio de la oscuridad de tu trenza. Estoy en está esquina viendo pasar a las mujeres, que vienen hilando su camino. Y no te veo. Quizá nada es cierto. Nada, sólo fantasmas que durmieron en mis ojos. Pero sigo esperando a que cruces.
Texto agregado el 10-08-2003, y leído por 790 visitantes. (17 votos)