Meses que han naufragado en un mar extraño,
Ahogando señuelos que son sombra en tu destino,
Resistiendo tormentas y llantos sobre el camino,
Murmurando huellas secretas de la forma en que te amo.
Bella figura de mujer femenina,
Perfecta actitud que mi corazón implora,
Tediosos ojos café azucarados que mi corazón animan,
Viendo tu caminar que tiempo evapora.
La idea de no tenerte por días me entristece,
El saber que puedo amarte me enorgullece,
Pero mi corazón tanto sufrimiento no merece,
Dibujando con mi respiración tu nombre mientras se adormece.
Bebiendo tragos amargos de la vida,
Mi voz le cuenta al viento esta historia,
Un verso, solo unos metros y euforia,
Condimentan las lágrimas que derrocho día a día.
Es que te veo con ojos de hombre enamorado,
Muriendo por dentro por saber que otro te tiene,
Mas el rumbo de mis pupilas ya te pertenece,
Y si no te miro es porque no quiero dejar de verte.
Un petrel anciano me cuenta tus secretos,
Lábil sensación de amarte más cada anochecer,
Sin obtener respuesta ni en tréboles de cuatro hojas,
Aunque sé que sin soñar con vos... no puedo amanecer.
Mi corazón te mira con sus ojos de miel,
El viento abraza tu espalda frunciendo tu cuello,
Fervor en mi alma cuando sueño que beso tu piel,
Abrigando tus manos sin pausa ni destello.
Miradas que no miran lo que mira tu mirada,
Dolor que no duele cuando duele el amor,
Solo palabras que dos personas entenderán...
Un poeta enamorado y la inspiración de sus poesías que sos vos.
Finalmente estas palabras morirán sin llegar a tus oídos,
Poesías que tus ojos por algunos años no leerán,
Pero mi herida sanará mientras pueda ser tu amigo,
Aunque mi tristeza por ocultar el amor por siempre sufrirá.
Y aunque quiera mirarte mirando lo que mira tu mirada,
O aunque intente dejar de escribirte poemas,
No podré ocultar sentir este soñado amor,
Pues de ser así ya no te veré con mis ojos,
Sino que seguiré viéndote con los ojos de mi corazón.
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