Yo no se bien quien es Valeria, pero tiene a Diego encantado con eso de que es la mujer mas bella en la faz de la tierra, habrá que creerle porque anda hablando de ella cada vez que nos ve. –“Valeria me habló hoy Abel”
Siempre llega Diego con una sonrisa envidiable en la cara, de esas que solo ves en los niños al recibir el primer regalo de navidad, parece que nunca ha sufrido una derrota en temas del corazón.
Que suerte perra la mía.
Marius me dice que Valeria no es la chica que ves en los comerciales de cerveza ni tampoco esas que te encontrarías en un Letrero de D´onofrio. Yo sin embargo no me preocupo tanto por Valeria, supongo que debe de tener alguna gracia, la chica trae loco a mi amigo.
Yo busco a mi Valeria por las noches mientras me voy tomando una cerveza en mi vaso descartable.
Me paseo por el pampón queriendo tropezarme con ella, o al menos divisarla de lejos para luego poder llegar corriendo donde mis amigos con una sonrisa envidiable y decirles que conocí a la mujer mas bonita en la faz de la tierra.
Es cierto que por las noches de verano uno anda más preocupado por las falditas de jean, que parece se destejen cada vez más con cada mirada, o en esos politos de tiritas que descubren las espaldas de las mujeres más coquetas y que hasta el mismísimo Leonardo se moriría de ganas de inmortalizar en alguna escultura. Pero, es que parece que ninguna logra ser como la tal Valeria, no logro entender con certeza la sonrisa que logra en Diego cada vez que escucha algo de ella.
Es fácil saber que Diego ha visto a Valeria, sus ojos brillan como un enorme faro dispuesto a guiar a la embarcación más perdida directo a la costa, le brota una sonrisa de ceja a ceja y su piel de gallina se delata en los pelos de sus brazos.
Yo creo que es por culpa de la cerveza que ando caminando sin encontrar a mi Valeria, no creo que una chica como ella ande buscando a un desaliñado como yo perdido en un pampón con los pantalones llenos de tierra.
¿Será que es solo de día cuando pienso en ella y por las noches me dedico a las falditas de jean y a las espaldas de Leonardo? o por los efectos de las cervezas y los whiskys que poco a poco borran toda noción de cordura en mi, ¿será que me olvido de buscar a mi Valeria?
Yo creo que siempre es mejor andar como a uno le venga en gana y yo ando borracho las noches de fines de semana.
Yo se que Diego busca a Valeria los sábados en la discoteca y que por eso no anda bailando con cualquiera, que no toma de más, porque no quiere oler a alcohol cuando se la encuentre, que se pone camisa solo los sábados porque los viernes son para ir al pampón y ella no anda en pampones de mala muerte, donde la gente desaliñada se toma una o todas las cervezas.
-Lo lindo de Valeria es que siempre sonríe! Diego se siente bien y se va a dormir tranquilo, ya la vio caminar entre la gente resaltando con su sonrisa tan perfecta, como la de mi maestra de kindergarten, esas sonrisas si que son dignas de envidia.
Ella pasó por su lado y le dijo, “ven vamos a bailar un rato, me gusta mucho esta canción”
Hoy conocí a Valeria, la vi bailando con mi amigo, yo si creo que es muy bonita y que podría estar en las propagandas de cerveza.
Se que aún me falta muchas noches por caminar y pantalones por ensuciar; yo tengo que seguir buscando a mi Valeria yo también quiero ponerme camisa los sábados, llegar a una disco y que me digan “ven acompáñame esta canción me gusta mucho”.
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