Déjame decirte algo aunque lo sepas o no todavía, decir lo que siento y espero sientas tu también, aquello que no espero te creas pero sí sientas al menos un poco de lo que por ti experimento yo, déjame saber que sabes que no existe mas nadie en mi vida que lleve otro nombre cualquiera con forma de mujer, sálvame de esta duda y permíteme llegar hasta donde nadie ha estado, ni ha entrado o salido jamás.

Déjame cerrar tus heridas aunque yo no las haya hecho o provocado y demostrarte que no todo tiene que ser igual, déjame darte o ser tu motivo existencial en éste planeta tan azul y rosa o rojo como quieras verlo, pero verlo conmigo a tu lado puedes si quieres mientras tu junto a mí quieras estar y entérate de cuanto te extraño.

Déjame hacerte saber y sentir lo que siento sin tratar de convencerte, déjame escuchar lo que quieres para por lo menos intentar el complacerte en cuanto al alcance de mis manos y posibilidades se encuentre, no vengo a salvarte ni a persuadirte de lo contrario a lo que para mi mala y demorada fortuna has irremediablemente sentido, quedándote tan sola al dormir.

Déjame dejar de ser intrascendente en tu vida y quédate a mi lado ya que tuvimos la ocasión de estar juntos esta vez, deja de sentir el piso en tus pies y eleva el deseo que reprimido mantienes lejos de mi abrazo y lo noto en tu mirada, que cuando me beses sabrás que no importan las razones para no hacerlo a tu paso ya tu modo.

Déjame ver en tus ojos que feliz eres y es conmigo, cuando soy cada vez más que un simple amigo, pero déjame si te vas de mi lado que cada vez que te beso me clavo irremediablemente en el sueño que me significas.

Pero déjame marchar pronto si es amargo el sabor que percibes en mis labios, y no quieres respirar de mi aliento cuando sepas que no necesito de más, porque aunque no me lo hayas pedido de ti me alimento.