Aquí estoy, sin hacer nada. Pienso en el sentido de la vida. Miro a mi alrededor. Sin querer ser como ellos, lo soy. Vivo, como, respiro, escucho el ruido, tengo frío y sin quererlo tampoco, me desanimo con los males mundiales, la escasez, el tiempo…
Pero jamás quise vivir aquí, de este modo. Se supone que todos los seres vinimos a este mundo por una razón en especial, algo importante, una gran misión. Pero al fin y al cabo, todo eso se vuelve invisible, ya no puede existir más. Así es como desechamos aquello, poco a poco, tierra tras tierra, y nos esforzamos por olvidar hasta el mínimo y ultimo detalle de ese sueño, de “aquello”…
Desde ese momento empezamos a vivir sin sentir nada, deseando cada vez más cosas, quejándonos cada vez más.
No quiero vivir así, este no era mi lugar, no es mi sitio…pero la costumbre a veces cree tener la razón y olvida quien estuvo antes de ella. Me siento congelada, sola en mi propia oscuridad. A veces veo el mundo negro, alterado, tal como es e incluso me siento identificada. Quiero demostrar algo, quiero ser algo...pero no soy nada. La traición a mi propio universo…el sentir normalidad al ser quien no soy, o ser algo.
En estos momentos ya no hay pasión, no hay llanto real, tampoco esta la nada. La nada sí que era real. Entonces comienza la búsqueda de la pasión perdida, y no se puede encontrar porque ya no se esta en la nada…se esta en algo, que en realidad se esta mucho, pero no existe en la verdadera realidad de este universo olvidado y abandonado.
Las cosas ya no tienen el mismo sentido de antes, y al reconocerlo, por primera vez en mucho tiempo siento ganas de llorar de verdad, hay algo en esta monotonía, en esta falsedad aceptada que aun quiere flotar. Es aquello. Aunque no lo vea, aun esta vivo…congelado porque no quiero oírlo, porque tengo miedo, porque me da terror cambiar a veces. Reconocer que si existe un sentido y que tengo una responsabilidad. Estando en esta falsedad es algo que te molesta, todo el tiempo, que quieres callar de una vez por todas y la manera mas fácil de deshacerte de ella es ignorándola, y creyendo en falsos dioses.
Pero aun así, no se que hacer, me siento encadenada a algo que no puedo ver ni logro entender.
El tiempo no existe ¿es tan difícil de entender? Siempre voy a estar sola ¿es tan duro como para no querer verlo? A la vez, siempre estaré con aquello ¿Por qué no quiero escucharlo? …
Me siento débil en este mundo…no quiero volverme bestia aunque lo sea, no quiero matarme en vida. Si tengo que morir quiero morir de verdad. Quiero decidir mi muerte para poder entender que es lo que realmente tengo que hacer aquí, y olvidarme de las bestias,… de los deseos inútiles!, de la soledad…de lo que me falta…de las malditas ilusiones…
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