mi querida angelica
que aveces llora solitaria
parada sobre el puente que cruza el rio mestrual
con sus cabellos de sombras
sus ojos claros de mediodia de febrero
de senos pequeños
y de voz que tirita bajo la lluvia de nuestras
glandulas sentimentales
mi querida y nostalgica amiga
sonriente en trance con algunos de esos cuadernos
mios repletos de poesias y dibujos
mirando por la ventana pasar al sol
hasta los bolsillos de mis blue jeans rotos
de todos los recuerdos
que sin tener alas pueden volar hasta tocar
el clitoris suave de una nube abstracta
mi querida angelica
ya no respira ni muere
porque vive en mi mente disonante pero sincera.
Texto agregado el 30-03-2005, y leído por 104
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