Como cada mañana,
se filtra el sol
por su ventantana.
Ella abre los ojos,
y él, subciona la luz,
de su mirada.
se escapa de la cama
pletorica de vida,
Aseada y vestida
cuelga por el jardín su escasa vida.
tejiendo a su medida
nuevos pequeños mundos cada día,
cargados de ilusión y fantasía,
de abejas, mariposas, flores, saltamontes,
hormigas, caracoles y hiervas amarillas.
una bolsa de rafia bajo el brazo,
Rota y descolorida,
Cofre de sus tesoros
Canicas y cuentas de colores.
Un columpio en el árbol
juguetes, varios...
muchos ya rotos, los menos arreglados,
siempre está sola, a veces aburrida...
Apoya la cabeza sobre el brazo
Y se queda dormida.
es tan solo una niña
que en su inocencia,
va poniendo cimientos
a su existencia.
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