Un líquido, que normalmente debería ser transparente pero en este caso es negro por el rimel, cae por mi rostro. Unas cuantas gotas tan solo, pero el dolor es intenso. Extraño tus palabras, tu mirar... Tus labios intocables. Yo soñaba fueran míos...Soñaba. Me imaginaba en las noches como sería nuestro primer beso. Un abrazo, una flor, un te amo. Nunca imaginé ni por un segundo el hecho de que talvez nunca llegarían.
-¿Estás obsesionada conmigo?
-Yo diría que te quiero, pero llámalo como quieras.
¿Una obsesión ? No lo creo, tan solo te quiero, es más, hasta me atrevería a decir que te amo. ¿Importa? No. Entonces me detendré aquí. Una foto, una mano, un poema. Una piel perfecta, suave, delicada pero lejana. Una voz que tan solo tuve la "oportunidad" de escuchar dos veces. Pero la recuerdo perfectamente, como si nuestro encuentro hubiese sido ayer.
En los cajones donde siempre encontraba una amiga, esta noche solo encontré papel y tinta. ¿ La cuchilla de un tajador? ¿Qué tan bajo he podido llegar...? ¿A qué punto a llegado mi adicción por el dolor?. ¿El odio a mi misma?. Me doy asco, lástima, pena.
Luego de ver mi obra el arrepentimiento viene fugaz. Voté mi pincel y lloré por horas. ¿Por tí? No puede ser, ¿Por tu recuerdo? No pensé podía se tan ilusa... Mírame, cielo.
Verás mis ojos a la mañana siguiente, y yo esconderé la mirada, porque se en el fondo sabes de Mi violación al alma. |