Estuvo sola con él hace rato,
pudo sentir el roce de sus dedos
sobre sus caderas y
estremeció...
sus dedos sobre sus pechos,
su lengua sobre su vientre,
¡Tómame poco a poco y sin hielo!
No censures tus palabras a mi oído,
termina con la realidad ajena
Texto agregado el 28-03-2005, y leído por 115
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