No he encontré una tienda, donde comprar sueños. Tampoco conocí a ninguna hada, de esas que andan por la tierra, “vendiendo” sueños justo a tiempo y a medida. Así que me arme una visión y la adquiri.

Posiblemente, de haber conocido el costo exacto, no hubiera emprendido, la marcha a la conquista. Lo cierto es que si bien sabia que en algún momento llegaría, no pensé que fuera tan pronto, pero quien es uno para afirmar que es pronto y que es lejano. Lo cierto es que el gerente de sueños, desde hace un par de semanas me anda pasando las facturas de cobro.

Cuando decidí adquirir mi sueño, pensé que a la hora de pagar las cuotas, el producto de Morfeo, estaría más desarrollado, quizás a un nivel que me permitiese hacer frente a las obligaciones sin esfuerzo y, más bien, hacerlo con la alegría de ver los frutos de mi atrevimiento. Pero, tal cual, se tratase de un crédito común, a cada momento surgen nuevas exigencias y lo que parece ser un horizonte alcanzable, se va alejando cada vez que logro palparlo.

Y dadas, las trampas metales, a las que todos lo hombres estamos sometidos: el camino andado, deja de considerarse como opción de retorno y solo queda la solitaria y agreste senda que parece guiar al punto donde el cielo toca la tierra, pero cada vez que parece acercarse sigsajea, baja, sube y te mantiene siempre en prueba, siempre alerta, siempre ambicioso, siempre solo, siempre……….

Aquellos que se cansaron y construyeron sus moradas a lo largo del recorrido, parecen ajenos al esfuerzo del peregrino de turno, algunos sonríen, quizás evocando su propio recorrido; otros acuden, con esperanza y alegría, pero sin jofainas, ni contratos; los mas, envalentonados por la fuerza que adquirieron por su inerte posición, manifiestan apoyo en una mano, mientras en la otra sostienen el cayado, para golpear y frenar la peregrinación del caminante.

Se hace tan difícil, sacar fuerzas para aprovechar ambas manos: sostenerse, recibir ayuda con una y evitar el golpe y golpear con la otra, que a riesgo de caer seducido por la inercia que la reflexión amerita, no queda mas que proseguir camino, cansado, gritando, pero siempre a prueba, siempre alerta, siempre ambicioso, siempre solo, siempre…………..

Poco camino he recorrido y ya vislumbro lo pedregoso de la ruta, observo a otros como yo que andan mas rápido, mas lento, al mismo ritmo, veo aquellos que se dejaron seducir por la inercia y se deleitan con sus placeres, miro, otros tantos, que tuvieron la fuerza para usar sus dos manos y prosiguieron camino, mas fortalecidos, mas orgullos, mas rápidos, y unos pocos que seguimos paso a paso en busca del elixir que nos reanime y elimine todo vestigio de pesadumbre y cual leviatán enfurecido, nos anime a emprender la marcha, dispuestos a transgredir tanto lo escrito arriba como lo consignado debajo los pies. Y así dejarse seducir por los placeres de “vivir”, sin riesgo de caer en la inercia.

Como quisiera creer que el dualismo cartesiano, es cierto y creer tambien, que soy el ejemplo de ello; Sentir, que a la vez que trajino la senda, también me hallo deleitándome, en un mundo fantástico y que temeroso y curioso voy escuchando y aprendiendo con Lovecraft, que: “No esta muerto quien puede yacer eternamente ya que, con el paso de los años la misma muerte puede morir”.

Pero todavía falta mucho por andar, mucho que aprender, muchos paradigmas que romper, que me inunda el miedo, de despertar y caer rendido ante el pulular de la inercia, que nos tienta, hasta que subyugados aceptemos su destino.

Por lo pronto, el cisco continúa y como antigua mesnada al servicio de un señor, también nosotros lo haremos, aceptando y retribuyendo manos y cayados, hasta que, quien maneja los designios opte por terminar las rutas.