Sucedió una mañana, de repente, justo cuando nadie los esperaba, todos pensaban que el fin provendría de la humanidad misma, fastidiada de tantas guerras provocada por la conducta incontrolable de los seres humanos, quienes hasta ese momento estábamos tan ensimismados en nuestra propia raza, que ya hace miles de años que habíamos olvidado de donde proveníamos y por obra de quien habíamos sido creados. Esa mañana cambiaria todo lo que el hombre había desarrollado.

Amaneció con los gritos de asombro y miedo de hombres, mujeres y niños, sobresaltados por lo que parecía una tormenta eléctrica, sin embargo lo que realmente ocurría en las alturas escapaba a toda comprensión humana.

Las nubes negras, que normalmente, predecían una de las tantas lluvias tropicales que se suscitaban en esta época del año, escondían algo mas que un fenómeno natural. El sonido típico de las nubes chocando entre si, disimulaba la batalla que se libraba en lo alto.

De pronto el color plomo del cielo dio paso a un trasfondo rojizo; Poco después, cual si fuesen meteoros, caían todas las naves que se constituían en el orgullo de la capacidad de devastación del mundo moderno.

Sin duda, era una batalla, lo que se librara en el cielo. Sin previo aviso, ni nada. Para muchos, parecía ser un extracto de los libros de fantasía que hasta ahora nos divertían. Pero no fue tal.

De pronto lo que parecía una tormenta y luego una guerra entre potencias, se convirtió en la imagen más terrible que jamás ningún ser humano habría podido concebir, de lo alto caían rayos de fuego, que quemaban todo al contacto con la tierra, se escuchaban sonidos ensordecedores, mezclado con gritos de dolor, que atemorizaban a todos. A la par, la tierra empezó a moverse, emitiendo quejidos de dolor, que acompañaban la confusión, el miedo, de todos nosotros.

Cuando al fin pasaron los temblores, los que todavía quedamos con vida, observamos lo devastadora que fue la destrucción. A falta de cadenas de noticias, nos encontramos, como protagonistas afectados por la destrucción. Edificios calcinados, vehículos destrozados, bandadas de aves escapando como si se tratase de míticas migraciones, calles atiborradas de cuerpos inhertes que yacían en sus mundanas posiciones.

Por un momento pensamos, que todo había pasado, sin embargo un segundo ataque del cielo nos devolvió a la triste realidad, el mundo iba a ser destruido……..