No se quede afuera de la dinámica del siglo XXI. Está en todas partes, nos envuelve y tenemos que aceptarla con paciencia... con esa paciencia eterna e insolente. Esa que nos permite ver que los tiempos cambian, y que los organilleros ya están fuera de lugar, obsoletos. La misma que nos deja mostrar pornografía en televisión y que no deja que en los colegios les peguen a los alumnos con esas varillas rectificadoras del pasado -qué falta que hacen-
Haga su maleta del siglo XXI, si no ha comprado los boletos no importa, se compran arriba, cuando usted ya está en camino, total, todo es ya tan malo que da lo mismo el precio -además, no hay escapatoria-.
No olvide nada. Ni los periódicos basura, ni las revistas con la última moda -el mayor ejemplo del patetismo de la farándula mundial- ni tampoco el arsenal de drogas disponible. Porsupuesto que no ha de dejar abajo las dosis de stress necesarias y la depresión endógena. Son elementos básicos de la maleta para el siglo XXI.
Para qué hablar del ánimo. La condición ideal de este viaje es el desequilibrio, la inseguridad -¿o ud. cree que el boom de psicólogos es por nada?- Su salud mental DEBE estar adulterada -es un deber-, al menos debe sentirse mal. Es un requisito mínimo de ingreso a la vorágine del siglo XXI.
Sea optimista, hay un montón de ofertas que esperan ser adquiridas por usted. El dinero no importa, recuerde que ahora es plástico y las deudas comerciales es como pagar el agua o la luz. Imprescindibles, imborrables del presupuesto mensual, sin nombrar que mantienen a la "psiqui" tranquila, domada, en su estado de letargo crónico y delirante. Es un placer estar al día en el siglo XXI. Un placer el stress y el cigarrillo, un placer el sueño y los nervios, un placer las cuentas un placer el ruido y la contaminación, un placer la delincuencia y el dolor, un placer el cáncer.
Ésa es la palabra justa. Cáncer. Células locas recorriendo el mundo entero y maniatizándolo todo y a todos a un ritmo desenfrenado propio y exclusivo del siglo XXI. Nunca antes las destrucciones fueron tan rápidas. Nunca antes tampoco hubo tantos ancianos de edad tan avanzada y todos postrados sin hacer nada útil salvo respirar -¿es útil?-.
Es verdad, nunca vimos una tecnología tan próspera como ésta. Capaz de enviar exploradores a Saturno -aquí seguimos muriendo de Sida-, eso demuestra que al menos no todo es -tan- malo.
Mientras aquí nos divertimos, el mundo es tóxico, los animales mueren pero ya casi se puede tener sexo en la calle. Esto es liberación, es adecuarse a los nuevos tiempos, es mostrar muertes en pantallas grandes, es ser controlados por un estado totalitario...algo así como E.E.U.U = GrAn HeRmAnO. Control de la libertad, consumir, violar, cuerpo, crimen, trabajo, sueldo, amistad... ¿amistad? Está eso en el idioma del siglo XXI o es un error de la computadora...? Verificando...definitivamente, archivo no encontrado, inexistente, en su lugar estaba publicidad -Pagó más por ésa vacante-, ley de oferta y demanda...Economía, un estandarte del siglo XXI que resuena en nuestras cabezas cuando nuestros queridos gobernantes -que se supone nos representan- -se supone- anuncian que ha mejorado -la Economía- en el país en que vivimos, curiosamente nunca lo notamos, y no por no cooperar con las estadísticas de nuestros queridos gobiernos sino porque simplemente no se nota. Ésa es la culpa del autoritarismo, ésa también es la culpa del siglo XXI, de su prática colectiva y de sus conductas malditas -pero reales- en cada uno de nosotros.

El Coronel.