¿Cómo expresar en un simple texto todo lo vivido y sentido en un encuentro entre personas desconocidas en Madrid? Es curioso como internet, un medio frío y distante, puede hacer que seis personas se conozcan físicamente un día cualquiera y parezca desde el primer momento que se conocen de toda la vida. Eso es lo que nos ha pasado a los seis en Madrid.
Llegar, presentarnos, saludarnos... Tan solo con eso nos sentimos amigos, familia, hubo cariño, afecto, amor. No hizo falta más, ni unos minutos de rodaje tan siquiera. Comenzaron las conversaciones, las risas, las anécdotas, los abrazos. No existieron incómodos silencios en cuatro días. Fue un sentimiento de sentirse totalmente cómodo con las cinco personas que me rodeaban.
Recuerdo como Tana, esa dulce, hermosa y caribeña mujer me comentaba tan solo una hora después de conocerme que podría ser su hija, que si quería me adoptaba; a lo que por supuesto no puse ningún impedimento. Recuerdo esa dulce Neus contándome sus cosas, sus vivencias, sus sentimientos con esa voz melódica y esas expresiones argentinas que la dejan a una hipnotizada. Recuerdo a un Graju contando chistes e historias serias sobre como se conocieron él y Neus; y como nos ha hecho de cicerone durante nuestro encuentro. Recuerdo a ese maravilloso doctor, Rodrigo, narrando anécdotas sin parar con esos gestos expresivos que hacían a una quedarse embobada mirándolo. Y recuerdo a Barrasus, mi marido, emocionado y disfrutando como un niño con zapatos nuevos de poder estar compartiendo momento inolvidables con sus amigos a los que tanto ansiaba conocer.
Anécdotas tenemos miles para contar, pero prevalecieron los sentimientos en este encuentro. Tremenda despedida en el aeropuerto donde a más de uno se le saltaron las lágrimas de emoción.
Por cierto, recuerdo también ese breve pero intenso encuentro con cuenteros locales de Madrid: Juan Rojo, su esposa Ana y Huidobro. Simplemente tengo una expresión para describirlos: unas excelentes personas, una gente realmente “cojonuda” (con perdón).
Besos a todos, os llevaré siempre en el corazón.
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