El siguiente suceso que voy a relatar a continuación solo lo redactaré en las páginas de mi querido diario. Luego quizás, por miedo a que se descubra estos parrafos y por mantener mi promesa y seguir incubriendo a las personas implicadas en el caso, quizás decida arrancar estas hojas y quemarlas, no lo sé, de momento voy a escribirlo para convencerme a mí misma de que todo ha sido real y de que no ha sido fruto de mi imaginación. Después ya decidiré que hacer con la información extraída de mis recuerdos.
Yo soy periodista, mi nombre es Susana y el acontecimiento dio lugar en el instituto Rocas Salvajes. Ese instituto llevaba años cerrado al público, la directora se negaba a abrirlo y a dar clases en él, la excusa que había dado a todas las autoridades para poder permitirse hacer esto era que ese instituto estaba embrujado y que había apariciones de fantasmas a todas las horas del día.
Los rumores de las distintas historias de los fantasmas que deambulaban por los pasillos y las aulas, se empezaron a expandir muy rápidamente.
Concretamente había tres historias que me inquietaban y por ellas decidí asistir al instituto a averiguar y a descubrir en mi propia piel todas aquellas apariciones fantasmagóricas.
La primera historia era:
LA FANTASMA LLAGADA.
Cuenta la leyenda que una muchacha de unos 16 años se quedó encerrada en el sótano de ese instituto, allí había muchas humedades y a causa de ello la joven se llagó toda la espalda con heridas muy profundas y el espiritu de su cuerpo deambulaba por las clases con intenciones de llevarse a todo aquel que encontrará al sótano, a padecer su misma suerte.
La segunda historia:
EL ALUMNO VAMPIRO.
Un líquido rojo se expandió por casi todo el pasillo del instituto, un chico lo probó y a partir de ese momento adquirió una singular obsesión por la sangre y adoptó una vida similar a los vampiros.
La tercera historia era:
LA ANCIANA CARNIVORA.
La ex-directora del instituto murió en el comedor mientras todos los alumnos le arrojaban tozos de carne poco hecha, desde entonces su fantasma andaba hambriento de carne humana y sedienta de venganza.
¿Serían verdad todas estas historias? ¿Existirían esos fantasmas? La verdad es que lo primero de todo debo felicitar al grupo de actores y de maquilladores, que me hicieron creer por unos segundos que esas historias eran ciertas. Durante mis visitas a ese instituto las apariciones tuvieron lugar, la verdad es que yo aquellos días experimenté el miedo más puro. Pero me negaba a creer en los fantasmas y poco a poco fui descubriendo todos los trucos y todos los efectos especiales que usaban ese grupo de actores contratados por la misma directora. Pero...¿Por qué se había tomado tantas molestias para alejar a las pesonas de ese instituto?¿Por qué me suplicó casi llorando que no publicará ningún artículo desvelando la verdad?
La respuesta se escondía en el sótano de ese instituto, en donde había un bosque. Un bosque lleno de duendecillos encantadores y mágicos.
Las palabras de la directora cuando decididió confiarme el secreto fueron:
-Este instituto fue construído sobre su bosque, en un principio cuando lo hallé pensé que sí mantenía la puerta del sótano cerrada no habría problemas, pero con el tiempo me dí cuenta de que no podía quitarles la libertad, ellos eran los verdaderos dueños de este instituto, tenían todo el derecho de pasearse y vivir en las estancias que les apeteciesen, fuimos nosotros quienes invadimos su propiedad y no podía permitir que sufrieran más por nuestra culpa.
Lo entendí perfectamente y nunca se supo nada de todo ese caso. Con el tiempo hasta yo misma ayudé a la directora, propagando más historias de fantasmas, en mis artículos.