Habia una vez un circo (no era el circo de yegolei), en el circo había payasos, cacatuas y monos. Las cacatuas discutian con los monos (sabian hablar) y el dueño les dio tres euros. Las cacatuas discutian con los monos sobre temas de politica y los monos discutian con las cacatuas sobre temas de politica subidos en un estrado y el dueño les dio tres euros. Los payasos si sabian hablar pero hacian juegos malavares entre funcion y funcion, cantaban canciones, contaban chistes y se liaban a tortas de vez en cuando.
Un día llegó al circo una mendiga y le dijo al dueño: si me das cobijo esta noche te cubrire de oro, si no, echare sobre tu circo una terrible maldicion y me ire a dormir debajo de un puente. El dueño contesto: Dime, tú, oh mendiga! ¿Acaso tienes algun poder para derribar este mi circo?
Y la mendiga dijo: No, pero como no me escuches derribare este tu circo y no habra nadie que pueda impedirlo.
El Dueño quedó pensativo tratando de tomar una decision y en ese momento sonó el despertador y se calló de la cama. Las 6 de la mañana. Rápidamente se puso las chanclas y corrio a despertar a todo el mundo. A los monos de sus camerinos, a las cacatuas de sus caravanas y a los payasos de sus jaulas.
-Vamos amigos -dijo el dueño- hoy tenemos muchas cosas ke hacer
-No! -dijo uno de los payasos- un momento! Falta alguien...
-¿Quién?
-Julio
-A ver, voy a pasar lista -dijo el dueño, y empezó- ¿Enero?
-Presente
-¿Febrero?
-Presente
-¿Marzo?
-Presente
-¿Mayo?
-Aquí
-¡¡¡Junio!!!
-¡¡¡Qu é!!!
-¡¿Dónde se ha metido Abril?!
-Aquí Señor! -respondio Abril
-Ah, bien... continuo... Julio...
-¿Agosto?
-Presente
-¿Septiembre?
-Presente
-¿Octubre?
-Presente
-Noviembre y Diciembre -dijo ya cansado señalandolos con la mano- bien, estais todos, Al furgón!
-Pero Señor...
-Al furgón!
Julio andaba por ahí, errante, sin camino, sin libertad, buscando cobijo en la noche porke sabía muy bien ke el dueño sabía ke se había fugado y ya no podía volver. Iba buscando alguien con kien pasar la noche porke el frío del invierno a él no le sentaba muy bien y mucho menos lejos del circo donde vivia con todos sus hermanos.
Mientras tanto los payasos iban subiendo al furgón, tristes, junto a los monos y las cacatuas.
-Cuentacuentos -dijo una de las cacatuas- cuentacuentos.
Y un mono golpeó en la cabeza a Abril (Toc).
Julio ya iba flipando. "Es el fin" iba pensando a la luz del día pero con el primer rayo del amanecer la esperanza penetró en su interior y sus ojos se abrieron. "Es el fin, se lo pienso contar todo a la gente, Din Don nos ha dominado durante demasiado tiempo" En esta y miles platicas iba el Caballero Julio caminando en su mula cuando de pronto apareció ante él un gigantesco circo, el circus magnifikus del ke tanto habia oido hablar. Lanza en mano arreó a su mula y se dirigió hacia tan tremendo circo ke alli se encontraba.
-¡Damas y caballeros! ¡Niños y niñas! ¡Preparense, porke lo ke van a ver y oir es el maravilloso mundo del circo! ¡El Circuuuuus Magnificuuuuus! -Don Din Don hacía la presentacion de la funcion.
Salieron los monos, las cacatuas, los payasos y salieron una tropa de Julios que el dueño había clonado para suplir al payaso verdadero que se había fugado, entonces, el verdadero Julio entró por la puerta y de entre el público salió un Ooooooh!
-¡Liberadlos! -Gritó el Caballero- ¡Liberad a los payasos!
-Ejem... ¡No puede ser! ¡Pero si estas muerto! ¡Yo mismo te maté! ¿Cómo has logrado sobrevivir? -el dueño dijo esto perplejo.
-¡Liberad a los payasos! -gritó Julio apuntandole con la lanza desde la puerta.
-Un momento... -de entre el público salió una hiena- ¿por ke kieres ke los libere? Esto me intriga... ¿Acaso eres tú Julio, el payaso perdido ke ha regresado para infortunarnos?
-Sí! -Abril se rió, no podía aguantar la risa- yo soy, y he regresado para cumplir mi mision, liberar a mis hermanos.
El dueño estaba perplejo, no se podía creer lo ke estaba pasando y de pronto... la mendiga entró por la puerta.
-Basta! No lo consentiré! -gritó- No has querido alojarme en tu circo, y ahora pagarás por tu maldad. A partir de hoy queda clausurado este lugar y nadie jamás vovlerá a entrar aki...
-¿Pero ke dice? -dijo Din Don.
-Ke a partir de hoy keda clausurado este lugar y nadie jamás vovlerá a entrar aki...
-Pero ¿Tú no estabas muerta?
-Ke te calles!... Escuchadme todos! Por favor! Escuchadme todos! -el publico se giró hacia la mendiga- Escuchad. Tengo una o dos cosas ke deciros...
-¡Dilas ya! -soltó alguien del publico.
-Bien... Yo soy Gaia, la madre naturaleza.
-¿Qué? -soltó otro alguien desde el público.
-Me he visto obligada a vagar de aki para allá como una mendiga. Este es el circo magnífico y lo podeis ver en la pantalla.
-¿Qué?
-Podeis confiar en mi como pueden confiar mis hijos en el regreso de las estaciones.
-Bien.
-Pues ya está.
-¿Ya está? -dijo la hiena- No he entendido nada. Yo lo ke creo es ke estas loca.
-Yo tambien creo -dijo otro- creo en el circo, así ke no podrás hacer nada seas kien seas
-Sí! Vete! -gritó Abril- Aki no tienes nada ke hacer!
Y el silencio invadió el recinto...


-Bueno, amigos, creo ke esto no ha sido mas ke una confusion, así ke ahora sigamos con el espectaculo -era el dueño.
-Atencion! Niños y niñas! Mirad a los monos ke discuten con las cacatuas! Tenemos Payasos!
Los payasos empezaron a trabajar... adios
Julio dijo: lo siento Gaia, me voy, tengo ganas de comer
Y Gaia dijo: Adiós, payaso, come feliz viendo la tele
-Gracias Gaia, eso haré
-Lo sé, payaso, lo sé
FIN.