Idas y venidas




observaré e intentaré
comprender por medio
de la mirada reposada,
atenta, y con aspecto
mas taciturno que alerta,
querré respirar cada cambio
de tono en el intento de ser
participe de las idas
y venidas que yo mismo
he diseñado

cargadas de intensas
sensaciones que por completas,
por fugaces, por llenas
de expresiones de intensidad
sublime no alcanzo a
abrazar en la forma
en que deseo hacerlo,
y lo haría si en algún
momento pudiera saber
que he diseñado y
en que manos lo puse


Aguadulce, marzo de 2005
José María de Benito