Las alteraciones sicoloquicas debieran tener tratamiento formal. Lo mismo con las indecisiones o las inseguridades ergastúlicas que uno posee de repente. O ese afán crítico de que el mundo es feo y vamonos del mundo, etc. Sueños alterados. Un ente desconocido te ahoga en la noche y te hace despertar de un salto a las 4 de la mañana. La ventana abierta te habia congelado el brazo izquierdo y el cuello. La sensacion era extraña, como de prisión o de sicodelia. Cerrar la ventana es necesario, demasiado necesario. Tirar lejos un par de cosas tambien lo es. Asomar la cabeza por la ventana y tranquilizarse mirando el foco de luz de neon naranjo forma parte del entrenamiento adquirido despues de años de autismo voluntario. Antes, cuando era de dia, habia logrado conciliar varias ideas interesantes con respecto al futuro y hacer cosas por el futuro. Eran tan buenas ideas que se me olvidaron ahora, como todo lo brillante. Siempre uno termina escribiendo de anécdotas pequeñas o fomes, lentas y llenas de aburrimiento propio de los autistas voluntarios. La mania del yo-yo o caer siempre en los lugares comunes de anti-todo. Mi calle es inclinada, es facil irse pero venirse cuesta. No es una gran inclinacion pero es lo suficiente como para dejar una bicicleta en descenso libre y dedicarse a ver como avanzan los rallos de las ruedas casi invisibles. Cuanto tiempo sin andar en bicicleta. Todo se vuelve cada vez mas chico, uno tiende a refugiarse en si mismo, y si mismo lo echa con denotado egocentrismo. Entonces uno va con humildad a los lugares comunes, o se vuelve amante de los perros sin hogar. Claramente uno no se separa de si mismo, pero tambien esta fuera de él. Uno es el que lee y hace cosas por hallar respuestas a las super interrogantes mientras si mismo se mira en espejos y toca flauta pensando en el parnaso. Yo y si mismo somos muy distintos, pero somos lo mismo, lo que es asfixiante a veces. Es como un hermano gemelo pegado con cinta adhesiva a uno. Yo creo que la principal diferencia que tenemos es que yo escribo esto mientras él se burla de mi ingenuidad y de la foto, que de ser de papel le haria bigotes con un lápiz de tinta negro, como siempre hace con los políticos en los diarios.