El vestido de mil colores.

Era una hermosa joven que siempre usaba el mismo vestidos todos los días, al cual le decían el vestido de siete colores, todos los días pasaba por el mismo lugar en donde todos se asombraban los colores que se podría ver aquel vestido hasta que un día, un joven llego a ese pequeño pueblo y tuvo el agrado de presenciar lo que todos veían, el se extraño porque siempre el vestido se veía de siete colores al pasar por la pileta de la plaza.

A pesar que era el único que observaba que se ponía de siete colores en ese lugar se puso averigua preguntándole a la personas ¿Por qué el vestido se veía de siete colores? Y siempre era la misma respuesta que era por el reflejo del sol en el agua, lo cual aquel joven la parecía un poco ridículo aquella respuesta, porque el agua era transparente el cual tenía algo ilógico. Un día decidió ir a la pileta para descubrir porque el vestido se ponía así cuando pasaba por ahí, al acercarse a la pileta descubrió algo que nunca imagino, de inmediato llamo a todas las persona del pueblo las cuales, no dejaban de rumorear, que podría ser alguien que estaba asesinado o que aquel muchacho se había vuelto loco.

Aquel muchacho revelo que aquel vestido se veía de siete colores porque había unos pedasos de vidrio en el suelo y con los rayos del sol se reflejaban en aquel vestido que en realidad era blanco.