Oh maldita Luna, estás ahí otra vez
De nuevo tu oronda figura
Tu rostro grueso y marfileño
Ilumina de plata el cielo
Ojo de crueles dioses del pasado
Escondidos tras la noche estelar

Oh maldita Luna, vuelves otra vez
A estar llena y plena
Como madre de pesadillas
Y nodriza de sueños,
que al ser imposibles
son más terribles que aquellas.

Oh maldita Luna, sonríes otra vez
Desde tu cuna de nubes
Desde tu cama de estrellas
Furcia de los poetas desgraciados
Tú, la dama araña celestial
Que tejes una tela de terciopelo gris.

Oh maldita Luna, te miro otra vez
Hermosa eres sin duda
Tanto como para que mis ojos
Deseen devorarte
Y tenerte así en mi interior
Por siempre jamás, maldita Luna.

Oh maldita Luna, la traes otra vez
Eres tú el blanco carruaje
Que trae a mi amante una noche más
Que conduce sus helados dedos
A mi corazón desnudo
A mi alma de sal, una noche más.

Oh maldita Luna, nos observas otra vez
Tú en tu cama, nosotros en la nuestra
Su frío rostro jugando con el mío
Su helado dedo entre mis costillas
Sus helados labios susurrando en mi oreja
Una y otra vez su nombre: Tristeza.

Oh maldita Luna, llévatela otra vez
Cuando decrezcas, cuando mengües
Cuando vuelvas a ser la afilada anciana
La media Luna signo de infieles
Llévate de nuevo a Tristeza
Tan pronto como la traes cuando creces.

Oh maldita Luna, perdóname otra vez
Te maldigo por traerme a mi amada
Pero es difícil amar a la Tristeza
Aunque sea bella, como tú
Fiel, más fiel que cualquier otra
Es difícil amar al dolor en tu corazón.