Un balazo cruza
con total presión mi corazón,
siento como pasa,
ella tan solo quería cruzarme a mi
como la droga que hoy consumo
su nombre es hardcore,
pero, si la dejo de escuchar, muero
aunque, que triste ha de ser morirse
y no volver nunca más,
pero es tan linda la vida,
pero es tan gracioso el camino
que si me muero algún día
entierrenme en Lota
en Quillón, la encantadora
o en Yungay la hermosa
que en vino habré de volver,
he de volver en las copas
y habré de mojar las bocas de mis viejos compañeros
o tal vez de la que quiero y no me pudo querer,
y en una noche de farra
cuando suene la guitarra
sin ven al vino llorar,
dejenlo llorar su pena,
dejenlo llorar su pena
que en su lágrima morena
como nunca he de cantar.
Y si el vino viene
viene la vida
y si la copa se rompe
no quedará nada
porque luchar,
nada por que vivir,
nada porque cantar,
nada porque llorar...