Estoy esperándote hace mucho, mucho rato; miro a mí alrededor y no estas, de repente, escucho el murmullo de tu ropa al moverte, siento como rozas mi piel con el leve tacto de tus gráciles manos, pero aun no te puedo ver; sé que juegas conmigo; giro al rededor para encontrarte pero sigues ocultándote a mis ojos, huelo tu perfume y me consumo en la espera; me vuelo sintiendo tu presencia, de pronto las hojas de árbol que da a mi ventana se mueven trémulas con una dulce brisa y allí te encuentro; sonriendo, me miras dulcemente mientras se mece un bucle de tu rizado cabello cubriendo parte de tu rostro, y el resto de tu oscura melena cae por tu frágil espalda; eres hermosa, perfecta, cálida, tierna, indescriptible... casi etérea flotas hacia me y dulcemente me abrasas, en silencio me consuelas, y caigo en el placido letargo de tus brazos lentamente, que me alejan de mis problemas, me protege del dolor de la realidad, alumbrando con tu luz mi soledad.
Que me importa que me digan loco, si el amor es locura puede que lo este, que importa que me encierren; ellos no entienden, no pueden entender nuestro amor, como pueden juzgarme solo por amarte; por amar la pureza misma, al fulgor de tus ojos; al rocío de tus lagrimas, la luz de tu cuerpo.
Él médico no me cree cuando hablo de ti; de tu cuerpo perfecto que me ronda en mis noches de soledad, y solo se fija en mis febriles ojos cuando le hablo de ti, el no entienden que ese brillo no es de locura que solo es amor… me entristece el echo que aun estando tu parada a su lado niegue tu existencia, si él viera tu cara cuando me dice que eres producto solo de mi imaginación... ¡claro que no puede verte cuando entras a mi cuarto! O cuando me miras sentada en la rama del árbol, es lógico, el no te puede ver ni nadie té vera; solo alguien con el corazón puro puede… los Ángeles solo son para los mas solos y los incomprendidos, por eso llegas a mí en las tardes de lluvia cuando más te necesito y me cubres con tus alas de luz, de amor, durmiendo junto a ti en el dulce abrazo de la noche de mi cuarto en la clínica.