El viento histérico rompe mis hombros, ópera que desmorona la contemplación de este maldito desierto.
Las horas larguísimas caminan como pesadillas. Después lentamente llega la calma furiosa, y el cielo del paisaje ocre se limpia para dejar pasar
la más pura y metálica luz del planeta.
Y esa calma soy yo; esa luz está en mis ojos.
Y hoy me siento más viva que nunca. Sólo por mí.
Texto agregado el 24-03-2005, y leído por 99
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Lectores Opinan
24-03-2005
arriego a barruntar que tus poemas reflejan tu estado de ánimo, ojalá que no, fuerza!!, y como alguien dijo alguna vez "soledad: la peor compañia", espero leer muchos más poemas tuyos, un abrazo Abierce