Mística y rebelde
como Juana Inés de la Cruz,
en este mes de marzo
siento la llamada de Dios.
Primavera, verano
otoño e invierno,
las estaciones pasas
pero mi corazón sigue encendido
como una vela, la misma
vela que quemó el alma
a Santa Teresa,
a Sor Juana Inés.
Texto agregado el 23-03-2005, y leído por 214
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
03-07-2005
Dios en todo momento nos llama...... es muy lindo que lo expreses a los cuatro vientos.... animo! ichtus
23-03-2005
El título no me gusta. Se me hace demasiado Kitsch la idea de una monja rockanrolera. El poema está un poco... digamos que tiene demasiados lugares comunes. Y lo de la vela es algo liviano, no te parece? sólo una vela para tanta pasión? maori
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