hiniesta en flor
verde camino
lleva mí paso
la balsamica vid
hacia la cumbre
de mí apetencia
y despues fue vino
en la engalanada mesa
donde yacen los destinos
de cuatro doradas copas,
vertiendo a la sangre
los sueños enamorados
del amor,
del camino,
de la eucaristica bendición
de la palabra,
de la ecuménica sinfonía
de la naturaleza
y la noche nos brinda
su marco llovido
por la herida luz
de la luna
y las voces se vuelven cantos
y los cantos metáforas
y las metáforas
se vuelven trinos
que devuelven la mañana
a la obsidiana yerba
que emerge con el alba
y el filo de la vida
se revela en la despedida.
Texto agregado el 22-03-2005, y leído por 202
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