Mi vida se dividió en dos,
Hay una clara línea
Muy tenue, muy blanca...
Que dividió aquel jueves santo.
Parece que abril será eterno, siempre.

Había una luz en mi rostro
Y es que ella iluminaba
Todo con esas manos
Con esos soles marrones...

Ahora aspiro la línea
Sobre los vidrios del dolor
Para alejar la realidad
Para tratar de soñar

De dormir un poco mas
Mientras la lluvia cae
Mojando los recuerdos
Que lloran tristeza

Para trabar este mundo
Que deje de girar, por que
Quiero volver a empezar
Y me duele la razón...

Tómame la mano
Y llámame mañana
Y al día siguiente
Y todos los días
Hasta que estas sombras
Se oscurezcan, desaparezcan

Hasta que el sauce
Deje de suplicar
Y se eleve hasta allá,
Y dibuje con sus ramas
El suicidio de la soledad.