¡Si uno pudiera encontrar lo que hay que decir, cuando
todas las palabras se han levantado del campo como
palomas asustadas!
Sabines jaime.
Me quedé indefenso, turbado, al ver la sonrisa de collar que rompía el día; no me contuve y le grité—espera— Fue una voz astillada de silencio y ella se perdió entre las voces adosadas del viejo muro y el aleteo de las palomas que bullían en el campanario.
Texto agregado el 07-08-2003, y leído por 948
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