Triste y lento como un mar bañado de petróleo
avanza un viento mortecino sobre el alma;
ángel desnudo, avanza la luna separada y abatida.
Dolor de amarte, amante del dolor, entonces: amo;
ven, deja desnudarte como las párpados al iris,
ven, mírame, tan desnuda y tan cubierta,
sobre mí, tu desnudez, única manta,
única y doliente manta: tus ojos míos.
Ven, tócame el alma como el cuerpo,
elemental hermoso, ven, siniestro,
bebamos licores desiguales,
éxtasis cansado de lozano. |