Estoy ahora, tras la contienda con el tiempo que ahora no deseo transcurra una vez al menos, o que pronto pase lo que se no me corresponde apresurar, pero con todo y eso no dejo de pensarte cuando miro sin mirarte la sonrisa entre los labios que provocas en mi rostro, con sólo rozarte si nunca he tocado una sola partícula que no sea del aire que cuando menos compartimos, además de las cosas que tanto me identificaron siempre y también tu compartes conmigo.
Te miro largamente, escucho tu voz y ya mas nada me importa si evado la realidad que ahora me marcha a unos días de la distancia que siempre estuvo a mi espera, pero apareciste tu, aquí y ahora pero está el tiempo, y la distancia y el sentimiento y la duda, y sobre todo ello estas tu, por encima de mis miedos y osadías, lejos de la desidia y el abandono que trae la melancolía monótona que me alcanza si no estoy contigo, por lo menos en la mente.
Cumples acaso ignorándolo e ignorándome de paso quizá, las profecías de los sueños idos que en ti tornan la vuelta y me traen a la cara, convertidos, cristalizados con forma hermosa humana que lleva tu nombre, y tu rizada cabellera de tormenta transformada en almohada para tus mágicos sueños, que te arrancan la sonrisa que me muestra algo más que perlas y diamantes por tesoros escondidos para el osado que se atreva a invadirlos con besos furtivos que hasta la sed te provoquen.
Aguardo paciente solo y renuente, pero alegre de verte al poco de estar a poco de tenerte de frente y felizmente platicar, preguntarte mil cosas que me hagan seguirme enamorando perdidamente de cada una de tus cosas, para terminar conmigo embelesado de tu nombre, insatisfecho aún y todavía de tu aroma; me gustaría molestarme por algo contigo, sólo para ver si puedo, y darme cuenta que ya te extraño si tan únicamente lo imagino, pero me resulta difícil lograrlo, no das el menor motivo y no pretendo buscarlo, está muy lejano el tiempo de los celos y las reclamaciones que de por sí nunca llego a concretar, me rindo.
Me resultó arduo saber el futuro, si esperarías por mi vuelta o si nunca todo esto sabrías, si acaso un poco te interesé y si alcanza y es suficiente para que empecemos algo que nos llene de esperanza los cansados brazos. Pero no importan las incertidumbres si te tengo frente mí, mientras te miro y sé que te pasa lo mismo cuando juntos estamos uno frente al otro sin saber que pasará, pero contentos de estar juntos.
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