La rosa de los vientos voló ayer
Para dejarme naufragar en el mismo infinito
Donde los ángeles lloran por retornar
Al Edén
Donde las sirenas conceden un susurro
Para acabar con el viento de este negro mar

Amanezco dentro de la vanidad de la madre luna
Navego sin divisar mi horizonte
Pero las ondas que causa la lluvia son almirantes de mi camino
Brillante estela que se aferra a lo transcurrido
Y me ata hasta sangrar

La fría briza atormenta al suave terciopelo de los sueños
Aquella que me hace retornar al infinito tormento
que se dice llamar realidad


Navego en el velero del dolor
Buscando un tesoro
Sin un mapa que guíe mi camino
Con grotescos piratas asaltantes de mis huellas

Parto del alba hasta el crepúsculo del anochecer
Sin divisar mi alucibo horizonte
¡Una lágrima más al negro océano!
Un deseo más a la inmensidad de la desesperanza sin fondo.

Canto mi visión
Agotada de desesperación
De escuchar la repercusión
De mis lágrimas tocar sangre tan fría

Navego en el velero del dolor
Buscando encontrar tus ojos
Sin tu susurro que guíe mi camino
Con fríos gritos que me despiertan a esta...¿Realidad?

Naufrago de mi propio destino
Temiendo cruzar con el mar de los sueños rotos
Donde las ventanas caen en cortantes hielos
Y donde las ondas de la lluvia guían mi camino...

¡Mil lágrimas más a mi oscuro cielo!
Donde navego reflejando mi oscuro océano
Naufragio entre mis lágrimas
Ahogáse en sollozos jamás escuchados


Y, Aún en este naufragio
Desde el alba hasta el crepúsculo del anochecer
Desde el velero del dolor
Busco entre las nubes y el oscuro mar
Algún horizonte
A donde yo pueda partir.