Titulo del cuento: la mujer coja
Era viernes, estaba aburrido. Ese día por alguna razón desperté con la verga más erecta que de costumbre; parecía destinado al sexo, el cuerpo lo pedía.
Luego de la monotonía de la pega diaria, entre al bar de siempre: “La hielera”. Eran las 12:01am, salí a eso de las 6, estaba claro o algo así. La mente escaseaba en ese momento y las pocas conclusiones que podía formular a través de los pasajes de la calle, eran todas referentes a la fornicación, en ese instante, comenzó a verse todo negro, una extraña fusión de realidad y sueño.
Al despertar, una hermosa fémina posaba su existencia en mi cama; que senos, eran perfectos: puntiagudos y firmes. Intente despertarla, mas Morfeo la aferraba a su cuerpo con tal fuerza que fue imposible.
Un extraño hedor colmaba la estancia. Tenia la garganta rota, mi cuerpo pedía clemencia por un vaso de agua, levante la tapa.
Menuda sorpresa, las sabanas se encontraban pegadas a sus granates muslos; el olor era sangre. Inmediatamente una arcada subió por mi desgarrado esofago; la bilis quemaba. Al volver a contemplarla ahora en el escenario completo, tan celestial y expuesta a la putrefacción, sentí lastima de que se perdiera un cuerpo tan hermoso. ¿Para que le abre cortado las piernas? La respuesta era lógica. Ahora,... cabía en el refrigerador.
Fin
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