Por: Y
X –prestigiado personaje muy conocido de las ciencias formales- es así, siempre con una vaguedad y profusa certeza de polifaceta. Se presentó de incógnito y en ausencia de toda objeción acepté la oferta: cincuenta pesos y luego sesenta. Otros no le negaron los sesenta a cambio de los cien. E inclusive no falto quien por los mil sesenta consignados en un Pagaré se desprendiera de los mil cuarenta.
Al rato cuando salga el sol, sin pompas o formalismo, lo voy a enterrar. Solitario, taciturno en completa obscuridad, un epitafio sobre su tumba: ¿quién?, ¿dónde?, ¿Por qué?. Pero en su vividura hombre recto, puntual, sin tacha. Se especula que su riqueza fue obra de una herencia; hoy Yo sé que su sucesión será de $ 3, 800, 000, 000, 000, 000, 000. 00. y un contrato de mutuo firmado por $ 3, 800, 000, 000, 000, 000, 001. 00.
|