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Vaya dolor de cabeza, menuda resaca que tengo, ayer debí beber mas de la cuenta, pero cualquiera negaba una copa, total el plan lo merecía, jamás tuve ocasión de tener una relación con alguien tan maravilloso, que supiera comprenderme y compartiera tantas inquietudes conmigo, casi se podría decir mi media naranja, pero quizás sea algo pronto, solo hace una noche que nos conocemos y no es cuestión de que mis sentimientos corran desbocados tan pronto, así que daremos tiempo al tiempo.

Me levante de la cama con sigilo, pues no tenia intención de perturbar su sueño, mientras el incesante dolor de cabeza, provocado sin duda por el vino ingerido anoche, turbo mi vista y casi pierdo el sentido del equilibrio, me sostuve como pude contra el aparador, consiguiendo así la estabilidad que mis condiciones físicas no me permitían. Busque como pude mi ropa interior entre el amasijo de sabanas y ropa acumulado en el suelo, cuando encontré mis boxer, y tras ponérmelos con gran sigilo, me encamine al baño, para satisfacer esa necesidad matutina que nos oprime la vejiga, cerré tras de mi todas las puertas, pues no quise despertar a quien tan maravillosa noche me había hecho pasar, no quería alterar su descanso pues la noche había sido intensa.

Mientras caminaba descalzo por el pasillo, casi dando pequeños saltos para evitar el frío suelo, llegue al salón de mi pequeño apartamento de soltero, donde restos de comida china, botellas de vino volcadas y algunas parte de nuestra ropa esparcida por la pequeña habitación, fue entonces cuando me di cuenta que el DVD aun estaba encendido, no recuerdo ahora de quien fue la idea de poner esa película pornográfica, pero lo cierto es que nos dio bastantes ideas para nuestros juegos posteriores. Tras apagar el aparato, ya no pude contener más mi necesidad fisiológica y corrí raudo al baño de mi apartamento.

Una vez cubiertas mis necesidades pensé en ducharme, pues así estaría aseado para salir a la calle por algo para desayunar, pues mi nevera era lo más parecido a un solar en construcción, y puesto que tenia ropa en un armario del baño y no tenia que despertar a quien yacía en mi lecho, opte por tomar esa ducha. Mientras el potente chorro de agua mojaba mi cuerpo recordé la magnifica noche que pase en su compañía, en aquella maravillosa conversación que duro horas y de cuyos temas me seria imposible hacer una lista, del ardiente calor de sus labios y del sabor de aquella boca, que se mezclaba con el del vino que ambos tomamos, recordé la suavidad de su piel, la ternura de sus caricias y el maravilloso sentido que tenia para satisfacer con su tacto lo que mi mente pedía a gritos inaudibles.

Ya fuera de la ducha, secándome, recordé las partes más morbosas de la pasada noche, la llegada al dormitorio, la nerviosa inquietud del sexo inminente, y la falta de perjuicios que ambos teníamos ante esa situación. Recordé como una y otra vez nos rendimos al placer sin pensar en repercusiones, sin que nada fuera de aquel dormitorio pudiera alterarnos ni interrumpirnos, solo estábamos nosotros, no había nadie más en el mundo. Recordé como abrazaba mi cuerpo mientras nos sumíamos en un sueño placentero y reconfortante, pues después del amor intenso que junto vivimos nada podía separarnos.

Una vez vestido con un chándal, que utilizaba habitualmente para estar en casa, me dirigí al salón con la intención de recoger un poco aquel desbarajuste que dejamos a nuestro paso por la estancia, mientras recogía los paquetes de comida y colocaba en el fregadero las copas y dejaba sobre mi encimera las botellas bacías de vino un sonido perturbo el silencio en mi apartamento.

Era su teléfono móvil, que sonaba con estridencia desde el bolsillo de su chaqueta. Raudo lo agarre y me dirigí al dormitorio para que respondiera a la llamada, intente despertar con el mayor sigilo a quien había sido participe de mi mayor noche de pasión.

- Ernesto tu móvil esta sonando - Le susurre sutilmente.

Mientras se desperezaba y con gesto amable pero preocupado miro la pantalla
del teléfono.

- Déjalo sonar, es mi mujer – susurro mientras cerraba los ojos y volvía al mundo de los sueños.

Texto agregado el 14-03-2005, y leído por 118 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
15-03-2005 genial¡¡¡ un beso eloisa
14-03-2005 es original, me gustó :) naixem
 
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