Querido hermano:
¿Cuánto hace que no hablamos?¿Cuánto hace que tu mirada no se detiene en mis ojos?¿Cuánto que tu miedo a no entenderme te hizo alejarme en silencio...?
Pero ese silencio me retumba en los oidos cada día más, y no tanto el tuyo como el mío propio, que no encuentra motivos ni palabras para poder transmitirte sencillamente lo que siento...
Es dolor... Dolor en estado puro, apoyado en mil decepciones, en inseguridades pasadas, en ideas preconcebidas..., en el aire.
Me corroe la pena de ver cómo cierras los ojos a mi dolor, queriendo ignorarlo, como si no existiera..., incluso ocultarlo.
Me mata el sentir cómo ya no ves quién soy, que me traduzcas a un tema laboral y me excuse el saber que me necesitas para cumplir tu sueño...
Si en vez de usar el chantaje emocional, usaras tu dolor para transmitírmelo y dulcificar el sabor del reproche...
Sigo buscando las palabras, para decir sin herir, para no ocultar la verdad que tanto daño me hace, cuando se me atraganta en mil nudos dispuestos por mi garganta, que acaba engullendo dolor y dolor...
Quiero seguir queriendo a la Puri, tal vez mi única manera posible para llevarlo a cabo sea yéndome lejos..., aún no lo sé... Quizás la solución tan sólo esté en hablarlo... Sinceramente, aún no lo sé...
Sólo sé que, estando segura de que sabes quién y cómo es la Puri, sigues queriéndola y eso me encanta, y por nada del mundo quisiera que eso cambiara, y mucho menos tener algo que ver en ello...
Pero me cuesta mucho tenerla tanto tiempo cerca, me hierve la sangre su tranquilidad extrema en el trabajo..., lo eterno de cualquier cosa que se disponga a hacer, y lucho contra mí misma para superarlo, pero me cuesta mucho...
Sé que es muy buena, que su corazón no se merece que la juzgue..., pero si no soy capaz de lograrlo, tal vez lo mejor sea desaparecer...
Que conste, que si me voy, en ningún momento será para putearte, sino para todo lo contrario..., para que nuestra magia jamás desaparezca...
He optado por seguir lo que me dicta el corazón, a pesar de equivocarme... Espero sepas verlo...
¿Cien euros...?
¿Insinúas que soy mezquina si no estoy conforme con que me pagues cien euros menos...?
Ya sé que tengo cosas que agradecerte, pero lo haré a mi manera, aún despertando tus juicios y decepciones, que se convierten en mis propios juicios y desilusiones... Una rueda de acontecimientos diarios, inofensivos en sí, si estuviesen aislados de nuestra decepción...
Seguro que tienes una larga lista de lo que tú pensaste que yo jamás te haría..., y al final, te he hecho, de alguna forma interpretada por tí..., sin contar conmigo...
¿Cien euros?
Es la desilusión de ignorar por completo mi vida y mis problemas, y ocuparte de los tuyos, tan friamente, que llegues a helar la sangre en mis venas, de hermana tuya que soy...
¿Qué harías si pretendiese cobrar cien euros mas, y así, te pagaría doscientos euros cada mes, terminando antes de pagar mi deuda contigo...?
El caso es que nunca en mi vida te he sentido más lejos de mí, y he decidido hacer algo al respecto, antes de que sea irreversible...
Me voy, y no por cien euros mas o menos, sino porque me siento mezquina al luchar por mí misma, cuando me curzo con tu mirada, porque a tu lado no soy quien soy, me siento incomprendida... A veces, hasta absurda, pretendiendo que nada cambie entre nosotros, mientras me siento segura lejos de tí...
Demasiada contradicción... No somos capaces de valorarnos el uno al otro en su justa medida...
Nuestros caminos han de separarse para seguir "estando juntos", es lo que sé...
Esos cien euros están impregnados de demasiado dolor como para que se interpongan entre nosotros...
Me voy... Despliego las alas de la esperanza de vivir mi vida buscando, como me gusta, sin cesar, tal vez "mi sitio", transitando muchos sitios...
Búsqueda de ese latido con eco infinito del que se llena mi alma, sedienta de existir...

(20/02/05)

Querido hermano:
Hoy te desterré de mi alma, protegiéndome de tus juicios apuñalando de nuevo la herida, esta vez ardiendo en el fuego de la ira y la desilusión, cicatrizando la angustia y el reproche, tras las lágrimas que construirán mi armadura de superficialidad...
Ya no tengo nada que perder, pero salvaré mi dignidad, herida en las manos de tus silenciosos e infinitos reproches, de tus dudas, de tu indiferencia...
Me siento engañada por tu amor, aprisionada en tu mundo de superficialidades rotas, y mi calma ahora, sólo la evoca tu lejanía...
Sé que pasará mucho tiempo, tal vez una vida entera, antes de que volvamos a "vernos"..., antes de que tu mirada vuelva a buscarse en mis ojos, antes de que nuestra magia resucite del sepulcro blanqueado al que llevo flores desde hace tiempo, y tú nunca estás...
Te digo adiós sin reproches, sin pensar..., no es rencor, sólo angustia; no es odio, sólo el dolor de un amor mutilado; no es un adiós infinito, sólo el dolor es infinito...
La mento carecer de esas palabras que lleguen a tu alma como flechas, abriendo tus ojos a mi dolor..., porque mi dolor, no es sólo por mí, sino, sobre todo, por tí...
Tu hermana, que siempre te esperará...

TOÑY

(Ya te tiene sólo para ella y para su familia... Lamento que tú no luches por la tuya tanto como ella por la suya..., aunque, quizás..., simplemente..., no sea el momento...)
(Sigo siendo la misma..., sólo cambió tu manera de mirarme, y por consiguiente, mi manera de mirarte...)
Volveremos a encontrarnos...

(28/03/05)