Sobre una charca empapada de bichitos y atroces excrementos que flotaban al amparo de los transeúntes, dio vida un ser a otro.
Arrogancia y perplejidad surtían de los óvulos con ojeriza de la plebe ante el nacimiento del futuro Rey que sólo reinó en la inteligencia de algunos déspotas malnacidos; por desgracia eran los únicos con cabeza para pensar.
Un desliz maquiavelo del Rey, que introdujo el placer en la pasividad deseosa de carne en una mujer llamada de la vida. Fornicar fuera de Palacio es habitual, dentro del mismo sería algo inusual. Se hace, pero los chivatos cantan por cuatro duros falsos y al acecho acuden los buitres para reflejarlos en papel por menos que el valor de un plato de garbanzos. Así que el monarca, en minúsculas, porqué de monarca tenía la mona nada más, salió a lucir su corona y se encaprichó de la bella prostituta cantinera, la de las esquinas nocturnas, allí mismo la empreñó hacia dentro y la sacó al rato, cuando el líquido azul de la dinastía hizo mella en el arrogante gusto puteril de la dama. Mientras aquello seguía su curso, entre paja y paja reinal, el bulto fue creciendo y... ¡Hay Dios mío, un nuevo gobernante para el país estaba a punto de aparecer por la cueva vaginal, en la charca, de bichitos y excrementos vecinales.!

TINTIN(Roky)(R)