Querida Graciela,
el tiempo, los óbices habitacionales, lo del desamor, el trabajo, las revistas, el estudio, lo del desamor, siempre detuvieron cartas y los dichos...
Poco se espera de mi, por eso estoy al tanto y me la juego así, a menos.
¿Dónde andará?...
Yo repitiendo mil nombres, por una calle blanca. Me dicen que compre un boleto para la ciudad feliz, donde hay marquesinas y hay estrellas...
Me dicen la hojas del libro que más leo yo, me dicen que deje de pensar así, aunque no haya tiempo que perder. I can feel one of my turns...coming on. Los ultimos siete meses (siete) he escalado hasta el quinto piso de una acomodación burguesa que me ha sido de cierta utilidad, demasiada acomodación para un gitano siempre pronto a despedir.
Año en el que pude comprobar que hasta los miosueños más meros vienen fallados y que, efectivamente, en su anverso llevaban un ilegible best before incipient adulthood . Año en el que pude comprobar la fatídica tendencia (¿argentina?) de no sólo mensurar la ya indigencia de nuestra vida en años, meses, etc, sino de reposarse sobre la esperanza de que la linea divisoria entre el 31 y el primero regalará un refresco a las personas en que creen reencarnarán, libres de lentos recuerdos, de incumplimientos, deudas, libres de fatiga...Quieren que haga un balance docemensual... y yo les respondo most misteriously: I am hanging in the balance of the reality of man, like every sparrow falling, like every grain of sand.
¿Quién la mando a soportar los quejidos de un torbo muchacho de plata?
Hace días que vivo solo en una casa prestada, donde aun cuelgan las voces de quienes la vaciaron para que gaste unos dias con un amor antes de golondriar a mi casa. Pero el amor no ha venido, y pasan botellas, un pictorial de degas, sabato, las suites para cello bachianas ( difusissimos cassttes), empellones a foucault, una medianera con un sol que se va y promete volver sin ella.
Solo como un principe.
Mi ausencia no debe amargarla: (soy argentino, ¡no concibo las relaciones con distancia! Por eso aquí la amistad es culto, y el estado, un abstracción imposible). Es verdad, ha pasado mucha agua bajo el puente (sobre mis ojos) mas tampoco ha sido tanta; impera siempre el acaecer de la nada. ¿Por dónde andará?...
Atendiendo al decoro de bits, me despido más rapido que ligero a reaparecer: es una amenaza.
La saluda navidegnamente con bayas y chicharras
Nelson Jaime, uno que no tiene frío
en esta navidad.
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