Habia una vez, en un lejano reino, una princesa muy bella que vivia en un hermoso castillo. La princesa, desde pequeña, habia tenido todo lo que habia deseado: rosas de oro, zafiros de agua, ...todas las maravillas del mundo habian caido en sus manos. Un buen dia, dando un paseo por sus jardines de rosas de rubí, se fijo en un individuo que estaba contando cuentos a los hijos del jardinero. Era un muchacho joven y desgarbado. Sus ropas arapientas cubrian su enclenque cuerpo. No era bello ...pero tenia algo. La princesa se acerco y escucho su relato. Quedó maravillada....Todos los días, a la misma hora, se paseaba por alli para poder verle y escuchar ensimismada sus cuentos y poemas. Se acabaron enamorando el uno del otro, de la belleza, de la ternura k ambos presentaban a su manera. El dia del cumpleaños de la princesa era tradición que todos sus pretendientes llevaran un presente a la princesa. Este año era diferente, pues el regalo que aceptara le haria merecedor de su mano. En medio de la fiesta se presento el joven cuentacuentos con la intención de pedir a la princesa en matrimonio. Le traía como presente el mas hermoso soneto jamas escuchado maravillando asi a todos los presentes. Cuando la princesa fue a aceptar su regalo, derrepente apareció ante ella un principe con el diamante mas grande del mundo, del que decian que era el alma de una diosa que murió por amor. La princesa entonces fue hacia el principe y aceptó su regalo, dejando al joven cuentacuentos solo y con el corazon destrozado. La princesa, al ir a tocar su diamante desapareció al instante. En su lugar encontraron un trozo de hierro oxidado pues, como el alma de la diosa era tan pura como el amor, el de la princesa era tan duro y egoista como el hierro. Y ese fue el castigo para una princesa que cambió su amor verdadero por algo que no valía la pena.....
¿ o acaso acabó bien la historia?